“Cristo hizo su parte pero yo tengo que
hacer la mía”. ¡Cuántas veces no se ha
oído tal confusión! Pero, ¿qué enseña
la Biblia sobre el perdón?
Es un perdón completo
“La sangre de Jesucristo... nos limpia
de todo pecado”, 1 Juan 1.7. “Os dio
vida... perdonándoos todos los pecados”,
Colosenses 2.13.
La carta a los Colosenses fue escrita
cierto tiempo después de que ellos
fueron perdonados. No obstante,
ningún pecado cometido después les
había quitado el perdón.
En Colosenses 3.13 se prevé la posibilidad
(¡no el permiso!) de pecar
después de ser perdonado. Lejos de
ponerse en riesgo, el perdón divino
se usa como motivo para el perdón
humano: “Soportándoos unos a otros,
y perdonándoos unos a otros... de la
manera que Cristo os perdonó, así
también hacedlo vosotros”.
No es un perdón condicional
Dios no dice: “Si pecas, te voy a quitar
el perdón”. Si fuera así:
• Sería un perdón por obras. Pero
Efesios 2.9 dice: “No por obras”.